Cinco años después para ella.
Hacía tanto tiempo que no le veía... Ni si quiera sé cómo fui capaz de mantenerme en pie cuando nuestras miradas se cruzaron y algo dentro de mí renació.
Habían pasado cinco años, cinco años desde que nos rompimos el uno al otro con nuestros problemas. Eramos tóxicos, dañinos el uno para el otro.
Él estaba sentado con un grupo de amigos y amigas, al fondo del local, pero nunca podría dejar de verle pese a estar rodeada de tanta gente... ¿No debería haberme fijado en su cara cuando el local estaba arrebosar, no? ¿Por qué no me fijé en la chica de la mesa de al lado con un top precioso? ¿Y en el camarero que se le acababa de caer la bandeja? No. A la única persona que vi fue a él.
Mis amigas no paraban de hablar, reírse, pero yo estaba dentro de mí misma, sin escuchar nada de lo que tenía a mí alrededor. Él no había retirado la vista de mí tampoco, me preguntaba si a él también se le había parado el mundo a su alrededor cuando me vio entrar al local. ¿Habría dejado de escuchar a sus amigos? ¿Y la música de fondo que bailaban un par de las personas que estaban en su grupo? Seguramente no. Él nunca fue como yo. Nunca supe porque decidió alejarse, porque decidió acabar con todo lo que construimos, así que no creo que me guardase en su memoria.
Cuando mi amiga se dió cuenta de lo que ocurría, no tuvo que preguntarme absolutamente nada. Ellas me conocían, sabían de nuestra historia, sabían lo que me costó superarlo... Tiraron de mí a una mesa que estaba lejos de él, pero no podía para de mirarle de vez en cuando, estaba igual de guapo que siempre... Siempre con esos aires de chulesco y de pasota que intentaba mostrar al resto. Pero yo le conocía de una forma más profunda, sabía que tenía muchos problemas, muchas inseguridades, y aún así le quise siempre.
Y por desgracia, creo que le seguía queriendo.
V.
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