Te lo has prometido.

No paras de llorar. No paras de ahogarte en tus lágrimas, en tus miedos, en tus preocupaciones. No quieres que te vuelvan a romper pero ya es tarde, estas rota. Has visto como se te venía encima toda la montaña y aún así decidiste quedarte, fija, inmóvil. Creías que esta vez esquivarías el golpe, justo a tiempo, justo antes de que la mierda te alcanzase. Pero no. Otra vez. Otra vez has sufrido. Te quedaste mirando y asimilando lo que iba a pasar a continuación. Como los días, semanas y meses de después, serían dolorosos. Recuperándote de las heridas. Te autoconvencías de que esta vez no necesitarias ese tiempo pero a la hora de la verdad, quien vuelve a estar rota eres tú.
Una capa más a tu corazón, otra coraza más. Cada vez lo tienen más complicado para acceder a él pero no por ello parecen no conseguirlo. Debes aumentar tus defensas, debes ser más lista, más fuerte.
No volverán a traspasar tus sentimientos, no volveran a hacerte este daño. Te lo has prometido. Por una vez, te lo has prometido a ti misma.
V.