Un poco de "8175 KILÓMETROS"
- ¡Marchate!
- Escuchame, por favor...
- ¡No quiero oir nada de lo que tengas que decir! Vete.
- Lo siento.
- ¡Deja de mentirme!- su voz se quebró por primera vez en la conversación. Una lágrima siguió a la otra y así hasta que su piel dejó de ser consciente de lo húmeda que estaba.
- Nunca te he mentido...- por primera vez en su relación había sentido como algo estaba a punto de romperse en él.
- ¡Si lo hiciste!- chilló en mitad de la avenida vacía y oscura-. ¡Dijiste que me querías!
- Y eso es verdad, pero las cosas se han complicado...
- ¡Me prometiste que no te marcharías! ¡Prometiste quedarte en mi vida!
Crack. Crack.
La conversación se volvió muda, solo hablaban los rostros. El de él roto, descompuesto y aturdido. El de ella angustiado, asustado y quebrado.
Él escuchó su corazón romperse, escuchó como su corazón le rogaba que no lo hiciese pero su cabeza insistía en la idea de marcharse, por su bien, por su fúturo.
Ella escuchaba a su cabeza decirla que tenía que marcharse de allí, que aquella relación no iba a ayudarla en sus problemas, pero su corazón tenía mucho que decir pese a lo roto que estaba en su interior.
- Creí que te importaba, creí que nunca me dejarías sola, creía que nos ayudaríamos, juntos. Como prometimos- su voz estaba algo más calmada mientras pensaba en las palabras apropiadas y ordenaba las frases en su cabeza-. Si te vas a Alemania nunca más volverás a saber de mí. Nunca.
- Y todo lo que pensabas era verdad. Nunca mentí. Pero voy a estar lejos, no podemos seguir con esto...
- ¿Ahora no es una relación?- interrumpió haciendo incapie en su forma de catalogar su relación como "esto".
- Nunca fuimos estables.
Ella no tenía nada más que decir. Se iba. Para siempre. Por primera vez sentía el dolor de una ruptura aunque para él no lo fuese.
Él solo quería repetir que lo sentía, que la quería y que por eso no podían estar juntos.
Su problema siempre fue que él la desestabilizaba y ella así nunca sanaría.
"8175 KILÓMETROS"
V.
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