Nunca lo hubiese hecho.

Si hubiese conocido al chico que eres ahora hace ocho meses todo hubiese sido diferente. Nunca se me hubiese ocurrido quedar contigo. Nunca hubiese ido a tomar ese batido. No se me habría ocurrido sentarme en ese banco. No se me habría ocurrido encontrar en ti un apoyo. No se me hubiese ocurrido contarte mis secretos. No se me hubiese ocurrido haber ido al cine contigo. No me hubiese quedado cuando estuve a punto de marcharme. No me habría reconstruido el corazón para que volvieses a romperlo. No se me hubiese ocurrido hacer nada de todo lo que vino después. Nunca se me habría ocurrido confiar en ti.
Eres alguien diferente, alguien que no logró descifrar pero que tengo claro que no encuentro ningún resquicio del antiguo tú.
Y este "nuevo tú" hace daño, como el tallo de una rosa. Clavas tus espinas y abrazas fuerte para que las llagas no dejen de sangrar, como una herida que nunca sana, como alguien que pierde aquello que más quiere. Y no hablo de ti, hablo de la confianza en alguien, de la confianza en ti misma. Porque sin ti podría ser yo pero sin mi confianza no soy nadie.
V.