Una rosa, una persona.

Una rosa no se marchita sola,
una rosa se marchita por falta de cuidados
encerrada y aislada,
cortada y sin raíces,
sostenida por un tallo que
no tardará en pudrirse,
y con unos pétalos que
la dan un aspecto bonito aún
cuando esté muriéndose.

Una persona no se pierde sola,
una persona se pierde por falta de amor,
encerrada y aislada,
apartada y sin cariño,
sostenida por un esqueleto que
no tardará en desmoronarse,
y con un rostro que
aparentemente es bonito pero
oculta un verdadero dolor.

Una rosa, una persona, que más da.
Ambos mueren cuando decidimos usarlas.
V.

Comentarios

Entradas populares