Un día desperdiciado.
¿No tenéis días de esos? ¿De los que necesitas desconectar? ¿De los que estas tan agobiado que lo único que quieres es irte lejos, bien lejos?
Hoy es uno de esos días. Es cierto que al principio del día estaba bien pero un suceso te puede descolocar y dejarte bloqueado para lo que queda del día. Solo necesitas que alguien te reinicie. Pero, ¿por qué no aparece cuando más lo necesitas? Quizás solo necesitabas un poco de atención, un poco de cariño, pero nada de eso ocurre. Y tu te empiezas a apagar.
Llegas a un punto en el que eres tu el que decides alejarte y aislarte. No quieres que nadie te ayude, simplemente quieres estar solo e intentar que se te pase.
No seamos ingenuos. Ambos sabemos que si esa persona no se acerca a ti por voluntad propia y te saca de ese vacío tu sólo no lo vas a conseguir.
Me entristece saber que dependo de otra persona cuando no sabes que hacer con tu vida. No siempre de la misma, eso lo aseguro, pero siempre necesito la fuerza de otra persona para superarlo. ¿Acaso no soy yo lo suficiente fuerte?
V.
Comentarios
Publicar un comentario