Tu compañía.
Y es que hay noches en las que me paro a pensar en si el día ha merecido la pena vivirlo.
Supongo que son esas noches en las que necesitas que alguien te recuerde que vivir es disfrutar y reír. Y es que soy de esas personas que necesitan reir para ser feliz.
Cuando estoy con alguien que me recuerda lo bonito que es reir se me olvida el resto. Esa persona saca de lo más profundo de mí todas las penas en una carcajada.
Seguro que solo a una minoría le ocurrirá esto; no dependerán de la risa para ser felices. Pero necesitaba decirlo.
Lo más doloroso de todo esto es que la persona que te hace reir no es para ti.
Esas sonrisas se las saca a otra persona, tú solo eres una casualidad. Esa persona no sabe lo importante que es para ti poder disfrutar de su compañía.
V.
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