En mi defensa.
Debo de decir , en mi defensa, que yo no quería enamorarme de ti. Yo no quería llegar a estar como estoy ahora; preocupada por gustarte.
Quizás, tu no te das cuenta, pero el día que te veo soy más feliz, al igual que el día que me faltas algo falta dentro de mí.
El día que empezó todo no quería creermelo, no quería pensar que de verdad podríamos ser tan compatibles, que de verdad habías pensado en mi de otra forma. Pero, ambos sabemos, que nos confundieron y ahora estamos atados de manos a nuestros sentimientos. Somos presos de ellos. Sabemos que no debemos dar el paso porque acabaríamos con nosotros, con lo que somos. Pero también sabemos que nos convertiriamos en algo increíble y difícil de describir. Seríamos felices. O eso creo.
Nos complementamos tan bien que tu espíritu salvaje se adapta a mi necesidad de desconectar. Eres el único capaz de sacarme una sonrisa en los momentos dificiles y el único en hacer de una carcajada algo especial.
Ojalá fuesemos capaces de avanzar y comprobar que realmente somos maravillosos.
V.
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