Dejar de creer.
Me he dado cuenta de no puedes confiar en nadie, no puedes creer en ninguna persona que no seas tu mismo. Las personas mienten y los hechos me lo han confirmado.
Ayer creía que la gente que tenía a mi alrededor eran de confianza y eran sinceros conmigo pero hoy creo todo lo contrario. Somos personas inmorales y convenidas que solo nos acercamos al resto por puro interés, o eso es lo que me han demostrado. Creo que engañar a alguien es engañarte a ti mismo en cierto modo porque no eres sincero con tus sentimientos y estas fingiendo un cariño que es pura fachada.
Si de verdad te importa una persona no te marchas cuando más lo necesita. Si de verdad quieres a esa persona no la dejas hundirse con todos sus problemas. Si de verdad aprecias a la persona que comparte la vida contigo no la engañas con sucias mentiras. Estas faltándola al respeto.
El respeto es lo más importante en todos los aspectos de la vida a mi parecer. Si entre ambos existe nunca habrá problemas ni mentiras pero si alguno de los dos empieza a faltar al respeto se acaba para siempre.
La humanidad me ha demostrado que el ego domina en ellos, que, aun sabiendo que esta mal lo que has hecho decides tomarla con la otra persona porque opinas, sin preguntar, que tu verdad es la única que existe. ¿Sabéis lo que duele un desprecio? Solo un gesto feo de la persona que aprecias puede arruinar tu día y hacerte pensar que a lo mejor la persona lleva razón. Das vuelta a todo para encontrar una explicación, pero cuando te das cuenta de que no la hay es cuando dejas de creer en las personas porque si de verdad esa persona te quería, solamente una pizca, habría pedido perdón o no habría llegado a hacer ese gesto. Entonces, dejas de creer en las personas.
V.
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