Empañado.
El espejo empañado no muestra la verdadera persona que hay en frente suya. Tienes que pasar tu mano sobre el cristal para poder observarte. Te miras. Te ves reflejado. Ves a una persona deteriorada por todos los problemas que te ha tocado superar, una persona triste, sin sonrisa, con los ojos caídos, una persona perdida porque no sabe que hacer con ella misma, no sabe como afrontar el presente, como resolver el pasado, como planificar el futuro.
Todos los días, después de quitar esa capa que impide que te veas empiezas a crear una máscara. Esa persona se arregla, pone su mejor cara, se acicala y sale a la calle con esa nueva capa que impide, esta vez a la gente , que te vea.
V.
A veces, el problema no está en el espejo, está en el cristal de las gafas.
ResponderEliminar