Aire fresco.

Y como siempre no te aparto de mi pensamiento. No lo consigo. Pensé que dejándote de ver todo desaparecería, todo lo nuestro, todo lo vivido, tú. Pero no es así. Soy incapaz.
Necesito aire fresco. Necesito que aparezca alguien que sea mejor conmigo, que me haga ser mejor a mí también.
Hace unos días apareció. Eran un grupo. Un grupo de chicos. Pero él fue el que más me llamó la atención. Era rubio, alto y fuerte. Era muy atractativo. Pesé a ser más joven que yo nunca me había pasado que alguien pudiese captar tanto mi atención como para escucharle durante horas. No se si sería su tono de voz. O su físico. O el tema de conversación. Pero me sentí estúpida al encontrarme hipnotizada por sus palabras. Creo que fue con él que más hable. Él que más me habló. Pero también hubo momentos en los que no pude evitar mirar al resto.
Se pusieron a mostrar sus grandes bíceps. Presumiendo. Comparando quien tenía más. Era la única chica del grupo, imaginaros como me sentía. Demasiada testosterona.
Pero igual que le conocí se alejo. Igual de deprisa. Me encantaría poder conocerle mucho más. Sus gustos. Sus aficiones. Su vida.
Él era el aire fresco que necesitaba. Alguien totalmente contrario a ti. Mucho más maduro pesé a vuestra diferencia de edad.
V.