No soy capaz.

Cada vez que me hablas me da ganas de decirte todo lo que siento, todo lo que te echo de menos pero tengo miedo de que tu no sientas lo mismo.
Imagino dos posibles contestaciones. Una en la que te digo lo mucho que te echo de menos y tu me contestas con lo mismo. Me dices que tu también me echas de menos. Que tu tampoco sabes lo que nos paso pero que te gustaría que volviésemos a hablar como lo hacíamos antes.
Luego, imagino otra opción. Otra en la que tu no sientes lo mismo que yo y solamente me das la razón pero no eres capaz de decirme que tu me echas de menos porque tu ya me has olvidado. Estos años te han servido para conocer a otras personas mejores que yo, que te han dado mejores momentos, menos problemas, mas amor.
Yo, en cambio, no he encontrado a ningún amigo que iguale tu lealtad, tu amor, tus consejos, que te iguale a ti.
Siento no ser lo suficiente valiente para decirte lo mucho que te echo de menos. De verdad que lo siento...
V.