Aun no te he olvidado.

¿Por qué no te olvido? ¿Por qué sin nunca haber sido nada serio te quiero tanto que no soy capaz de pasar página?
Hoy estaba dispuesta a pasar una tarde estupenda con mis amigos. Estaba nerviosa porque presentaba a mi mejor amiga a mis nuevos amigos y quería estar cómoda, quería disfrutar , quería reírme, quería pasarlo tan bien que no me quisiera ir de esos asientos de los cien montaditos.
Después de dos rondas de jarras de tinto de verano y de cervezas miré a la entrada sin quererlo, como aquel que mira un escaparate de vestidos de novia cuando no tiene fecha de boda. Y te vi pasar. Con ella.
Todo se desmorono ante mis ojos. Mi sonrisa desapareció a los segundos de que tú fijarás la mirada en mi y mis amigos. No me atreví a retirarte la mirada. Tenia la esperanza de alguna reacción, algún gesto, alguna sonrisa como la que me acabas de quitar.
Y como cualquier otra vez no paso nada. Tú besaste a tu amiga y yo volví la mirada a mi grupo el cual me miraba atentamente. Mi amiga lo entendió todo al verle. Ella más que nadie sabía lo que me dolía todo aquello.
Siempre fui de las que nunca cuenta sus verdaderos sentimientos a cualquier persona y solo ella los sabía.
Pedí marcharnos de allí, no podía aguantar esa situación, no estaba preparada. Y así hicimos. Miré por última vez a tu sitio por si quedaba algo de esperanza pero mientras la dabas un abrazo me mirabas frío, egoísta, disfrutando. Sabías que me hacia daño y por eso lo seguías haciendo. Me querías destruir como hiciste con lo nuestro.
Y por esto aún no te he olvidado. No puedo ver todo eso y que no me importe. Aun te quiero. Aun te echo de menos.
V.