La chica de la parada.
Hoy narro la historia de una chica. Tú podrías haberla visto, podría ser que esa chica fuese tu amiga, incluso podría ser que la chica fueses tú. Que empiece la historia:
"Hoy salgo con las amigas. Llevo toda la semana haciendo exámenes y por fin hemos acabado. ¡Vamos a celebrarlo! Hemos quedado a las 00:00 en la discoteca y yo aún me tengo que arreglar. ¿Me pongo pantalón y camisa o me pongo vestido? Optó por la segunda opción. Me pongo unas sandalias cómodas para bailar toda la noche, me niego a aguantar unos tacones más de 6 horas.V.
Mi madre me recuerda que tenga cuidado, que no vuelva sola, que llamé a un taxi si hace falta, que les llamé a ellos sino. Esperé al bus en la parada yo sola. Un grupo de chicos estaban también esperándolo, llevaban alcohol y tabaco, iban a desfasar esa noche. Crucé las miradas contigo. Tenías un cubata en una mano y el cigarro en otra. Me acuerdo perfectamente de lo increíblemente guapo que me pareciste. Tenías algo, no se el qué, pero para mi eras perfecto. Me sonreíste. Provocaste en mi otra pero justo vino el bus y yo me subí en ese mientras tu seguías con tus colegas bebiendo.
Tuve en mi cabeza tu rostro durante toda la noche, no conseguía olvidarme de tus ojos, de tus mejillas, de tu sonrisa. No era capaz.
Mis amigas y yo bailamos durante toda la noche y nos pasamos con el alcohol. Íbamos muy borrachas. Apenas recuerdo lo que pasó dentro de la discoteca pero si que me acuerdo de ti, y no habló del chico de la parada, no. Me refiero a ti, al chico que me estuvo acosando durante casi toda la noche, me perseguías, me observabas, me hablabas, me incomodabas. Mis amigas y yo nos movimos por toda la discoteca para alejarnos de ti pero tú no te rendías.
Llegó la hora de irnos y cada una se fue a su casa. Yo era la que más lejos vivía y la que tenía que coger el bus. Volviste a aparecer mientras paseaba hasta la parada. Esta vez pasaste al contacto físico y me agarraste del brazo, yo chillé, pataleé, te empuje pero no eras capaz de soltarme, no recapacitaste y te tiraste encima de mí. Suerte la mía que alcancé una botella de cristal y te la estampé en la cabeza. Caíste al suelo inconsciente y yo me fui corriendo hacía la parada. Recé para que hubiese alguien allí, no quería estar sola para cuando te levantases.
Pero allí estabas, el chico del principio, otra vez en la parada, esta vez solo, fumando un cigarro sentado en el banco. Llegué sofocada y tú me observaste confuso. No me senté a tu lado. Me quedé de pie esperando al autobús. No tenía batería en el móvil así que no podía distraerme más que con el mapa de la parada. No me quitabas ojo, lo podía ver por el reflejo de la cristalera, pero esta vez no sonreías. ¿Habrías tenido tu también una mala noche? ¿Y tus amigos? ¿Donde estaban? Solo espero que tu noche no hubiese sido peor que la mía. Llegó el autobús. Y tú me dejaste pasar. Pensé que tú también subirías conmigo, te juro que lo pensé. Que cogerías el autobús conmigo. Que serías mi amigo esa noche. Que podría contarte lo que había pasado y que tú me contarías lo que te hacía no mostrarme esa sonrisa del principio de la noche. Pero no lo hiciste. Te quedaste en la parada. ¿Por qué? No lo se. Tú me sonreíste esta vez. Y yo te la devolví.Me arrepiento de no haber sido lo suficiente valiente para hablarte y conocerte. Fuiste lo único bueno de toda la noche."
Comentarios
Publicar un comentario