Entre estaciones.

Las frías noches que pasaba allí fueron recordadas por ella durante un largo tiempo, el sentimiento de perdida la inundaba por la noche, las heladas sabanas que la arropaban hacían que ella se encogiese y se retorciese contactando su estómago con sus piernas abrazadas por sus brazos.
Notaba la soledad entre aquellas paredes tapizadas, la sabana la tapaba hasta la nariz solo dejando al descubierto los ojos y su pequeña nariz. No tenía nadie que la recordase, que la echara de menos o la añorase pero un día apareció alguien que la prestó más atención que el resto de personas anteriores, la recordaba que nunca  dejaría que volviese a sentir ese sentimiento de vacío o de soledad. Las noches dejaron de ser frías, él la abrazaba con su brazo mientras los dos dormían arropados por esa sabana pero esta vez con los hombros al descubierto, dejando de sentir frío, solo sentía el calor de él, de su amor, de su cariño.
Entonces ella dejó de sentirse sola y la habitación recobró el calor que estuvo perdido durante tanto tiempo.
V.

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